FILÁNTROPA
“No estoy lista para renunciar a la humanidad. Amo mi trabajo: entiendo que eso debe definirme, no mi vestidor”.
Filántropa porque ama ayudar, porque defender a quienes no tienen voz es una misión que se propuso. Rania de Jordania es la reina más joven del mundo. Le fue asignado este cargo con tan solo 28 años de edad; sin embargo, su juventud no fue obstáculo para trabajar por su país y los más necesitados de forma integra y responsable.
fotos Royal Hashemite Court, Jordanian Royal Court, YuiMok y David M Benett.
“EL MAYOR APOYO QUE PUEDE OBTENER UNA MUJER ES DE OTRA MUJER EXITOSA QUE LA LEVANTA Y LE DICE: ‘PUEDES SOÑAR, PUEDES TENER ÉXITO’”.
Sus súbditos la respetan porque ha dado muestra de sus más sinceros sentimientos de querer aportar ideologías positivas, orientadas al cambio para un mundo mejor. Su posición de reina es notoria cuando, con su poder de autoridad, toma la palabra y defiende sin miedo sus ideales, con exquisita educación, cultura y respeto: esa es Rania de Jordania. Su mayor tesoro es la inteligencia y su enorme corazón.
En sus planes no estaba ser reina. Una cena en 1992 fue el inicio de esta historia de amor que aún no termina. La actividad fue organizada por una de las hermanas del monarca. Rania fue una de las invitadas. Al encuentro, asistió junto a un compañero de trabajo. Ella era una ejecutiva de la empresa Apple, con apenas 22 años. Para esa fecha Abdalá II era el príncipe de Jordania y «al conocerla, quedó totalmente flechado», dijo en una entrevista que le concedió a la revista People.
En un libro de su autobiografía titulado «Nuestra última oportunidad», el monarca revela que para poder reencontrarse con Rania, buscó la ayuda de un amigo. El primer plan para conquistarla fue rechazado, el segundo intento fue enviar con un amigo una caja de chocolates belga, y la tercera fue la vencida: la sorprendió cocinando para ella. El menú era de comida japonesa, pollo, gambas y ternera. El hoy rey, pidió la mano de Rania durante una conversación, admitió que no fue nada romántico, pero tenía la certeza de que sería la madre de sus hijos. Un año después, el 10 de junio de 1993, la pareja se dio el sí en una ceremonia con alrededor de dos mil invitados.
Rania de Jordania nació y creció en un país árabe situado en Asia Occidental llamado Kuwait. La Guerra del Golfo en 1991 hizo que su familia huyera a Jordania. Estudió la carrera de Administración en la American University de la capital de Egipto, El Cairo. Antes de contraer matrimonio, trabajó en el sector de la banca y tecnología.
La actual reina de Jordania es muy querida por los ciudadanos. Su objetivo es forjar un futuro brillante en todo el mundo árabe. Es admirada por el enorme trabajo que realiza para ayudar a diferentes instituciones y fundaciones; para ella es más que una labor, es un compromiso con el pueblo jordano. La esposa de Abdalá es embajadora de la infancia de Unicef y Presidenta Mundial Honoraria de las Naciones Unidas de la educación para las niñas. Sin lugar a dudas, es una mujer que se dedica a defender los derechos de los más desfavorecidos y a enaltecer el valor de la humanidad.
A partir de su coronación en 1993, ha sido designada como una de las royals más elegantes de todo el mundo, un título que demuestra en cada una de sus visitas al Oriente, Europa y América. En una entrevista realizada por la revista Harper’sBazaar respondió en relación a su estilo: “Me apasiona mucho mi trabajo y lo que utilizo para vestirme no tiene nada que ver con eso.
Soy consciente de que tengo el deber de representar bien a mi país. Entonces, en lugar de seguir las últimas tendencias, visto de una manera que refleje quién soy. Creo que me siento más cómoda vistiendo de forma modesta, en parte por mi posición, pero sobre todo porque me siento bien como mujer”.
La reina ha tenido que enfrentar los desastres humanitarios más aterradores por compartir frontera con Siria, Irak, Arabia Saudita, Israel y Palestina. Explica en sus reflexiones que tiene que dar esperanzas, que realmente no se trata de la magnitud de la crisis que se enfrente, sino lo que elegimos aprender de ella, y lo más importante, cómo actuamos después de estas lecciones de vida para convertirnos en mejores líderes, ciudadanos y seres humanos. Definitivamente tiene un espíritu solidario, forma parte de organizaciones benéficas. En 1995 creó la Fundación Río Jordán y la Sociedad Jordana de Donación de Órganos. Se ha ganado la admiración de muchos y por eso ostenta ser la embajadora de las mujeres del mundo árabe.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó una estimación de las personas que fueron acogidas por el gobernante de Jordania y el resultado arrojo alrededor de 1.3 millones. Ante esta situación la consorte del rey expresó que era imposible rechazar a tantas personas inocentes que huían de la guerra, la muerte y la desesperación. Agregó que la decisión que tomaron Jordania, su liderazgo y su gente cuando los sirios comenzaron a huir a través de la frontera pasará a la historia como ejemplo de liderazgo moral y coraje moral. Su majestad es admirada por su integridad, inteligencia e intuición, afirma que ser una reina está muy lejos de lo que describen los libros.
“EL MUNDO SIEMPRE SERÁ TESTIGO DE EVENTOS CATASTRÓFICOS, ALGUNOS DE ORIGEN NATURAL, OTROS HECHOS POR EL HOMBRE. RENUNCIAR O INCLUSO REDUCIR LA VELOCIDAD NO ES UNA OPCIÓN, NI PARA MÍ, NI PARA SU MAJESTAD”.
Admite que la religión que practica predica la compasión, el perdón y abrazar a personas de otras religiones; condena el odio, los prejuicios y la intolerancia, y agrega que existen musulmanes en todo el mundo y muchas personas continúan confundiendo a este grupo diverso de personas con una pequeña minoría que cometen crímenes atroces en nombre del Islam. Insiste en que no puede haber verdadera comprensión o confianza en un mundo dividido por muros, y no solo esos muros construidos de hormigón y piedra, sino los muros que nosotros erigir en nuestras mentes.
La monarca admitió que cuando empezaron sus funciones en la realeza tenía miedo a hablar y a expresar lo que sentía , pero el tiempo la experiencia, la han hecho sentirse más cómoda. Explica que es importante la autenticidad, decir y hacer lo que creemos y sustentar nuestra idea, agrega que el miedo a las críticas no puede paralizarnos y que las decisiones difíciles, las que más tememos, a menudo son las que debemos tomar.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó una estimación de las personas que fueron acogidas por el gobernante de Jordania y el resultado arrojó alrededor de 1.3 millones. Ante esta situación, la consorte del rey expresó que era imposible rechazar a tantas personas inocentes que huían de la guerra, la muerte y la desesperación. Agregó que la decisión que tomaron Jordania y su gente cuando los sirios comenzaron a huir a través de la frontera pasará a la historia como ejemplo de liderazgo, moral y coraje. Su Majestad es admirada por su integridad, inteligencia e intuición, afirma que ser una reina está muy lejos de lo que describen los libros.
Admite que la religión que practica predica la compasión, el perdón y abrazar a gente de otras religiones; condena el odio, los prejuicios y la intolerancia. Agrega que existen musulmanes en todo el mundo, y muchos continúan confundiendo a este grupo diverso de personas con una pequeña minoría que comete crímenes atroces en nombre del Islam. Insiste en que no puede haber verdadera comprensión o confianza en un mundo dividido por muros, y no solo esos muros construidos de hormigón y piedra, también los muros que nosotros creamos en nuestras mentes.
La monarca reconoció que cuando empezaron sus funciones en la realeza, tenía miedo a hablar y a expresar lo que sentía, pero el tiempo y la experiencia la han hecho sentirse más cómoda. Explica que es importante la autenticidad, decir y hacer lo que creemos, sustentando nuestra idea. Añade que el miedo a las críticas no puede paralizarnos y que las decisiones difíciles, las que más tememos, a menudo son las que debemos tomar.
“UNA VIDA SIGNIFICATIVA ES UNA VIDA DONDE HAS HECHO MEJORES LAS
COSAS PARA LAS PERSONAS ALREDEDOR DE TI”.
Rania es la autora de tres libros infantiles; TheSandwich Swap, Salma y Lily: por su majestad yTheKing’sGift. Se inspira en lo que vivió durante su infancia; tiene cierta inclinación hacia los niños. Uno de sus principales logros laborales es el enfoque en la educación en todo el mundo árabe. Para ella no hay nada más urgente que los conocimientos, porque al final del día se trata de que el individuo pueda tener las habilidades para sentirse competitivo y participar en la economía actual.
Entiende que no debería existir conflicto en la sensación de ‘soy árabe, soy musulmana porque puedo competir, porque soy una persona igual que otros en el escenario internacional’. Enfatizó en que eso solo se puede lograr a través de una educación de calidad. Además de todo esto es madre de cuatro hijos, Hussein que actualmente tiene 24 años de edad, Iman nació en 1996, Salma de 19 y Hashem, el menor que nació en el 2015. Reconoce que criar a sus hijos no es una tarea fácil, quiere que sean felices, que se sientan retados y desafiados; y como padres deben enseñarles a temprana edad a equilibrar sus necesidades.
En una entrevista realizada por OprahWinfrey, respondió a la pregunta sobre la crianza de sus hijos, expresando que «quiere que sean niños normales. En ocasiones se tiene que nadar en contra de la corriente porque obviamente son miembros de la realeza y la gente a veces los trata de esa manera, pero los reyes tratan de que tengan una identidad fuera de su título», dice la Reina Rania. «Siempre les digo: ‘llevas tu título, no dejes que te lleve ti’, y que piensen que es más una responsabilidad y no un privilegio». Explicó finalmente que la verdadera identidad de los niños se deriva no de su aristocracia, sino de valores, morales y principios, y de asegurarse de que conozcan su historia, herencia y fe».
Ahora dos de sus hijos viven en Jordania, y los otros dos estudian en el extranjero. Manifiesta que es difícil sacar tiempo en familia. Trata que de alguna manera se organicen los horarios para estar juntos durante el verano como familia. En esos días es cuando llena el tanque. «Simplemente estar con mis hijos, tener esa interacción todos los días, me encanta. No hay nada más importante», cuenta la reina. Procura que las noches sean para sus hijos y para su familia, viendo la televisión. Es consciente de que necesita un equilibrio en su vida y son ellos quienes se lo dan. Cuando comenzó su soberanía no entendía completamente el impacto del estrés emocional; cuánto influía en su salud física, su energía, su perspectiva. Así que hace un esfuerzo mucho más consciente para crear ese equilibrio y estar con sufamilia.