VISIONARIO.

Reconocida mundialmente por sus diseños de moda estructurados, con piezas que representan un estilo sensual y moderno que acentúa lo mejor de la silueta femenina, traduce este sello tan característico y poderoso en statement pieces para el hogar. Cada uno, creado de forma más artística que artesanal, es tan orgullosamente llamativo, “que no pide permiso ni perdón” a los demás objetos del hogar.

Oriett presentó “Oriett Domenech Home”, una propuesta satelital a su línea de moda femenina, compuesta de objetos para la mesa y piezas decorativas, en medio de la pandemia. Dice que fue su respuesta a una epifanía, porque si bien muy pocas personas estaban comprando atuendos para ocasiones especiales, sí que estaban pasando mucho tiempo en casa. Y como no existe nada en el mundo que disfrute más que decorar su apartamento, y crear propuestas del perfect table set con las vajillas y juegos de cubiertos que entiende que muchos solo guardarían para recibir invitados, hizo de estas creaciones y pasatiempo, la fuente de inspiración de su propuesta. “Uno siempre debe ser el invitado de honor dentro de su propia casa”, explica como una posición que hereda de su madre y que ha convertido en la filosofía de esta marca.

A la fecha, Domenech ha diseñado cuatro colecciones inspiradas en las posibilidades de cada material, desde la maleabilidad del corcho hasta el brillo macizo del cuerno taurino. Su meta con cada objeto ha sido llevar cada materia prima hasta su extremo, explorando usos inesperados para cada uno. “Cork” es la primera de ellas, compuesta por objetos para la mesa con siluetas redondeadas en corcho. Las láminas de corcho prensado sobre algodón que utilizó en su colección “Army of the Earth” en 2013, producidas a mano en Italia bajo encargo, contenían incrustaciones doradas; y estas mismas las utiliza en esta colección de individuales, portavasos, servilleteros y cristalería, añadiéndoles flecos de yute y un detalle metálico adicional: la inclusión de dijes en latón crudo, con formas de cuerpos celestes como el sol y la luna, que hacen referencia a los símbolos de la alquimia.

“Raffia”, la segunda, explora las posibilidades de este tejido elaborado de forma ecoconsciente y de producción limitada. Con él ha creado una serie de jarras (también producidas por Crystalex) con vasos de dos tamaños con un sobrio patrón cuadriculado en negro, además de pompones colgantes de lana, producidos a mano en Mumbai. “Horns” es de mesas auxiliares con un patrón tipo ajedrez, sellado con resina, que cubre una base de madera terciada combinada con madera iroko. Las patas de la mesa están hechas en acero y latón y las bandejas llevan toques de jade chino en las asas. “Ikat”, como el tejido a mano característico de Totonicapán y Sololá, dos ciudades guatemaltecas, conforma la serie de individuales redondos reversibles, cubiertos con lino en la parte inferior y rodeados de flecos de algodón, con los diseños de este tejido escogido por Domenech.

Y “Toquilla Straw”, la paja toquilla, cuya mayor potencia artesanal se encuentra en Ecuador, materia prima en la que un colectivo de artesanas de dicho país trabaja el patrón Arlequín ideado por Domenech. Esto, junto a los medallones ubicados entre los flecos, es un diseño propietario que distingue las piezas de Oriett del resto de la producción.