La moda no solo se hereda, también se transforma. Así lo demuestra Gabriela Álvarez Azar, hija de la reconocida diseñadora Giannina Azar, quien ha sabido bordar su propio camino dentro de un legado imponente, apostando por una identidad creativa poderosa, femenina y llena de detalles que no pasan desapercibidos. “El brillo, la pedrería y las siluetas impactantes son innegociables en mis diseños”, afirma con la seguridad de quien ha visto su visión desfilar por alfombras rojas de impacto internacional.


Creció entre telas y costuras, pero también entre disciplina, pasión y un amor casi sagrado por lo artesanal. Ese mismo respeto por el trabajo hecho a mano lo convirtió en la base de su proceso creativo: desde una emoción inicial o un concepto visual, Gabriela desarrolla bocetos, selecciona materiales y da vida a piezas que respiran espectáculo y sofisticación. Para ella, la artesanía es el corazón de toda colección, y su inspiración proviene del arte, la música y la cultura, elementos que traduce en piezas que cuentan historias a través del lujo y el detalle.
Legado familiar
Como directora creativa de Alvazar Atelier y Santo Sunday Brand, equilibra su herencia familiar con una clara necesidad de innovación. Aunque cada marca tiene su propio lenguaje, ambas reflejan su visión de una moda que conecta emocional y estéticamente con quienes la usan. “Quiero que se reconozca que desde República Dominicana también se puede hacer moda de alto impacto internacional”, declara con orgullo.






Su pieza más emblemática –un vestido cubierto con más de un millón de cristales, creado en tiempo récord para Génesis Suero en la Met Gala– resume perfectamente su esencia: desafiante, brillante, artística. Pero más allá del vestido, hay una intención clara: dejar un legado de libertad creativa, de valentía estética y de identidad caribeña con proyección global.


Gabriela Álvarez Azar no solo sigue los hilos de una dinastía de diseño, los reinventa con cada puntada.


Moda que se hereda con brillo propio
En la familia Azar, la moda se teje con pasión y propósito. Gabriela Álvarez Azar continúa el legado de su madre, Giannina Azar, con una visión que fusiona herencia y vanguardia. Su universo creativo está hecho de brillo, siluetas memorables y un amor profundo por la artesanía. Cada pieza es más que moda: es historia familiar reinventada. Porque cuando el talento es generacional, lo verdaderamente revolucionario es bordar una nueva narrativa con aguja propia.
Maria Amelia Cerón Victoria