Tradición que dialoga con la modernidad; elegancia que desafía al tiempo… así es La Coruña, un emblema vivo del vestir masculino.
Desde 1955, esta sastrería no solo ha sido un taller de confección, sino un verdadero templo del estilo, un espacio donde el tejido se convierte en relato, y cada puntada lleva el sello de la distinción. Aquí no se cosen únicamente trajes, camisas o pantalones; aquí se visten generaciones enteras de hombres con carácter, con presencia, con ese algo que no se compra, pero sí se vive.


Fue el visionario Santiago Iglesias quien sembró la semilla de esta casa icónica, y hoy, tras casi setenta años de impecable trayectoria, sus sobrinos, Antonio y Roberto Iglesias, han hecho florecer ese legado con pasión inquebrantable. En su atelier, cada prenda es una obra minuciosa, moldeada con oficio, respeto por la tradición y una comprensión íntima del cuerpo masculino.
La Coruña no solo marca un hito en el vestir: marca una forma de estar en el mundo.


En el corazón del tiempo y el buen gusto, La Coruña se alza como un emblema de elegancia masculina. Desde 1955, esta sastrería creada por el visionario Santiago Iglesias, es un templo donde se tejen no solo trajes, sino historias de distinción y carácter. Entre telas nobles, hilos precisos y manos maestras, La Coruña ha confeccionado la silueta del hombre con porte, vistiendo generaciones con la sofisticación del corte europeo y el alma de lo atemporal. Ha sabido reinventarse sin traicionar su esencia. Ha incorporado nuevas técnicas y visiones dentro del arte de la sastrería y se ha mantenido firme como un faro de estilo clásico en un mundo que cambia.
La Coruña simplemente no viste al hombre, sino que lo esculpe, lo enmarca, lo celebra. Cada traje que toma forma en sus talleres es una declaración de principios: el buen vestir como acto de respeto, como afirmación del carácter, como poesía en tela. Nada se deja al azar. Cada botón, cada forro, cada línea de costura habla del dominio absoluto de un arte que exige precisión y pasión.
La Coruña no ha sido testigo pasivo del paso del tiempo, sino protagonista. Ha vestido bodas, reuniones de Estado, primeros trabajos, celebraciones familiares. Ha visto pasar modas, pero no ha pasado de moda. Ha visto cambiar los cuerpos y las estéticas, pero nunca ha cedido en su misión de exaltar la figura masculina desde el rigor del oficio y la belleza del gesto.
“La Coruña nació de la mano de Santiago Iglesias, quien arribó desde España a la República Dominicana en 1955”.


Ritmo: ¿Qué es La Coruña?
La Coruña: La Coruña es una sastrería que, desde hace alrededor de 70 años, no ha dejado de vestir a la figura masculina con elegancia, porte y glamour, otorgándole un estilo vanguardista y sofisticado.
Este atelier, ahora renovado, está lleno de tradición y lujo silencioso. Nació de la mano del ilustre Santiago Iglesias, nuestro tío, en el año 1955, quien arribó a República Dominicana desde España con una máquina de coser en la tercera clase de un barco, a buscar nuevos horizontes, y desde entonces se ha convertido en un símbolo de elegancia en la industria textil masculina.
Hoy en día, nosotros, los sobrinos de Santiago Iglesias –Antonio y Roberto– mantenemos vivo el legado de nuestro tío.


R: ¿Cuál es la historia de Santiago Iglesias, el visionario que fundó una sastrería solo con una máquina de coser y su ingenio?
LC: El tío, Santiago Iglesias, nació en un pueblo de la provincia española de La Coruña en el año 1930. Desde muy temprana edad queda huérfano junto a sus ocho hermanos. La madre de Santiago era modista y tenía una pequeña máquina de coser. Desde ahí, Santiago empieza a cultivar el arte de la costura, absorbiendo todos los conocimientos de las telas, las puntadas y, poco a poco, se fue convirtiendo en sastre. Con el pasar de los años, el tío Santiago es enviado al servicio militar obligatorio cuando cumplió la mayoría de edad, y tuvo que trasladarse a la localidad de Logroño, específicamente en la comunidad de La Rioja. La destreza de Santiago en sastrería le abrió caminos en los talleres de costura, haciendo uniformes para los militares.


R: ¿Cómo llega Santiago Iglesias a Santo Domingo?
LC: En el año 1954, el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina hace un viaje a España donde sostuvo una reunión con el general Francisco Franco. De dicha reunión surgió un acuerdo que le permite a un grupo de españoles asentarse en República Dominicana para trabajar en agricultura y el campo. Santiago fue uno de los que se embarcó en uno de estos viajes y llegó a Santo Domingo. Enseguida fue trasladado a Nagua, pero Santiago Iglesias desconocía el oficio de la agronomía, así que en dos días estaba de vuelta en Santo Domingo con su máquina de coser, buscando trabajo en la embajada de España en República Dominicana.
Desde la embajada lo enviaron con el maestro Jiménez, quien era el sastre más reconocido de la época, donde asistían muchas personas reconocidas. Ese año, en la República Dominicana se celebró la Feria de la Paz y Confraternidad Mundial, por lo que la mayoría de los funcionarios del régimen trujillista acudieron donde Jiménez a confeccionar sus trajes.
En tan solo unos meses, la popularidad de sus puntadas, de sus cortes, sus dobladillos y costuras no pasaron desapercibidas, así que empezó a tener trabajos independientes. Pronto dejó de trabajar para Jiménez, creando su propia sastrería: La Coruña, que se estableció por primera vez en la avenida Mella en un modesto departamento, donde Santiago cosía de forma independiente.
Luego, con el paso del tiempo, en el año 1958, su primer local lo abrió en la calle El Conde esquina Espaillat. Para ese entonces, la calle El Conde era una gran arteria comercial, donde las grandes tiendas tenían sus anaqueles repletos de todo tipo de productos.


R: ¿Cómo se incorporan Roberto y Antonio Iglesias, sobrinos de Santiago, a La Coruña?
LC: Cuando nuestro padre, Celestino Iglesias, fallece, mi madre queda viuda con cuatro niños pequeños; entonces, el tío Santiago, al ver la situación de mi madre, quien era su cuñada, decide traer a Santo Domingo a mi hermano mayor, Antonio, en el año 1971.
Antonio (Toñito) tenía 11 años cuando empezó a trabajar junto a nuestro tío. Por las mañanas, se dedicaba al taller, y, por las noches, asistía a clases. En 1977, seis años después, mi hermano Antonio regresa a España a buscarme y me trae con él un mes después a Santo Domingo, en un vuelo de Iberia. Al llegar, me adapto a la rutina de mi hermano: ayudo en el taller en las mañanas y continúo mis estudios por las noches. Bajo el ala creativa y generosa de nuestro tío Santiago, nos unimos de lleno al mundo de la sastrería. Él fue quien nos enseñó todo lo que hoy sabemos sobre costura, estilo, moda y el arte de la sastrería masculina. Antonio y yo finalizamos nuestros estudios universitarios y logramos obtener los títulos de economista y abogado respectivamente.


R: ¿Cuántas veces cambió La Coruña de localidad a lo largo del tiempo?
LC: La Coruña ha cambiado de localidad unas cuatro veces; primero, donde nació, en un modesto departamento de la avenida Mella en el año 1955. Para el año 1958 se trasladó a la calle El Conde esquina Espaillat. Posteriormente, en el año 1975, vuelven a trasladarse de lugar entre las calles Víctor Garrido Puello y Lope de Vega, en el sector Piantini. Un lugar más alejado de lo que anteriormente se consideraba “el centro de la ciudad”, pero que estaba tomando más auge; allí duramos tres años.
En el 1978 volvimos a cambiar de localidad; Santiago había adquirido un solar en la avenida Winston Churchill, donde nos establecimos desde el año 1978 hasta el 2008: 30 años de tradición, elegancia y sofisticación, donde creamos la diferencia dentro del buen vestir y el traje sastre masculino en República Dominicana.
Cuando Santiago Iglesias se retira, nosotros (Antonio y Roberto) quedamos a cargo del negocio familiar, renovándolo y trayendo a la escena “La Nueva Coruña”, por lo que decidimos mudarnos de la avenida Winston Churchill a la calle Federico Geraldino, donde todavía se encuentra La Coruña en la actualidad.


“El tío Santiago nació en un pueblo de la provincia española de La Coruña en el año 1930 y aprendió el arte de la costura a través de su madre, que era modista”.
R: ¿Qué es la marca Scabal?
LC: Cuando Santiago Iglesias se retira, mi hermano Antonio y yo (Roberto) nos encargamos del negocio familiar, que inicialmente fundó el tío Santiago hace muchos años atrás. Ambos le dimos un nuevo toque, algo novedoso y renovado a la sastrería. Con 30 años trabajando en la confección de prendas masculinas, queríamos agregarle un nuevo aire, pero con la misma sofisticación que nos caracteriza desde antaño.
Por supuesto, Toñito (Antonio) y yo teníamos que venir con una Coruña más renovada, una Coruña más actualizada, y es ahí cuando empezamos a tener la línea inglesa Scabal, una compañía inglesa fabricante de los mejores tejidos a nivel mundial. De la marca Scabal tenemos camisas, trajes, chaquetas y todo lo que tiene que ver con los artículos de caballeros.
Al tener este tipo de marcas como Scabal dentro de nuestros productos, nos ha ayudado a brindar calidad, vanguardismo, modernidad y rapidez, ya que tener listo un traje lleva su tiempo considerado, pero si tenemos algo preparado, resulta más fácil hacerle los ajustes adecuados de una manera más práctica.
Scabal también le ha dado un aire distinto a la sastrería, ya que con el tiempo los tejidos “prêt-à-porter” han ganado terreno y la ropa a la medida ha sido desplazada para ciertas ocasiones muy especiales, al igual que ha decaído el relevo dentro de la costura. Porque ya no hay nuevos aprendices, ya los jóvenes no quieren dedicarse a la sastrería, pero gracias a Dios nosotros hemos seguido con el legado de nuestro tío.


R: ¿Cómo logra La Coruña mantenerse a la vanguardia de la moda masculina?
LC: Para mantenernos actualizados en las tendencias y al último grito de la moda masculina, Toñito se enfocó en realizar cursos de corte, tanto en Barcelona como en Milán, Italia, para perfeccionar el trabajo. Yo tengo más de 20 años viajando a Bruselas, a la sede de la marca Scabal, donde veo e inspecciono las nuevas colecciones antes de salir al mercado. Este año viajo en julio a ver las colecciones del 2026. También asisto al Pitti Uomo, el evento más grande de moda masculina que se realiza cada año en Florencia. Aquí las grandes firmas presentan sus confecciones y lo que está en tendencia para los caballeros; es una forma de mantenerse actualizados en lo que se refiere a la moda masculina.
R: ¿Cuáles otras marcas de productos tiene La Coruña?
LC: Tenemos tejidos de marcas francesas como Dormeuil, corbatas Lanvin, y también representamos la marca de camisas suecas Eton en el país. Eton son fabricantes establecidos desde 1928 y sus camisas tienen un cuello bastante distintivo que se diferencian en la confección; además, tenemos corbatas en distintos estilos, clásicas, modernas y en diversos colores, que le dan un toque moderno y sofisticado a cualquier traje.

