DESCUBRIENDO MENEMSHA:
Menemsha: Una palabra que viene del antiguo lenguaje de las tribus que habitaron las costas de New England para denominar aguas tranquilas.


También se conoce por ese nombre al pueblo de pescadores de Martha’s Vineyard. Un lugar único, simple, auténtico, que existe para brindar una genuina experiencia local.
En Menemsha no existen cadenas de comida rápida, ni boutiques, ni grandes hoteles ni restaurantes elegantes. Quizás en lo que no tiene es que radica su encanto.




Sin embargo, este sencillo puerto, epicentro de la pesca en Martha’s Vineyard durante más de 300 años, tiene algunos lugares increíbles para descubrir la gastronomía de la zona.
Y hasta ahí llegué, a Menemsha Fish Market… Este ‘Sea to Table’ es el punto de encuentro de locales y visitantes que desean mariscos y pescados frescos. Sus botes salen diariamente a buscar toda la abundancia de las costas de New England.
A veces no son las estrellas Michelin las que definen una experiencia de lujo sino la sonrisa cálida en una fría mañana, que te recibe con un Clam Chowder recién hecho.


En ese momento irrepetible frente al mar no necesitas más.
No te pierdas sus Ostras y sus Lobster rolls. ¿Alguien dijo Lobster Bisque? ¡Si! ¡También!
Bonus Track: Menemsha fue la locación escogida para la mayor parte de las secuencias de ataque con el bote “Orca” de JAWS.
MORNING GLORY FARM:


“De la abundancia de la tierra se nutre una nación”.
En este caso, una isla entera porque si piensas que Martha’s Vineyard es solo playas y pueblos de postal tendrás que replantearte esa percepción porque esta pequeña isla es el hogar de numerosas granjas que abastecen diariamente a locales con TODO lo que producen.
Una de ellas es Morning Glory Farm, en las afueras de Edgartown, con un nombre que recuerda esa sensación especial cuando el sol sale y el día se extiende ante ti lleno de promesas.




Morning Glory se estableció en 1975, ¡están de aniversario como JAWS!, convirtiéndose muy pronto en la granja más grande de la isla y dentro de ella pasan MUCHAS cosas pues tienen un mercadito permanente que es el punto de encuentro para abastecerse de lo que producen: frutas, hierbas, vegetales, lácteos, carnes, panes, postres, comida lista para llevar, un farm to food truck que opera en temporada alta con las creaciones de su chef y un cultivo especial de flores nativas de la isla porque ¿de dónde crees que se suplen las numerosas bodas que se celebran aquí?
Su pan de masa madre de fresas es uno de los productos más codiciados durante la temporada de fresas que, aunque corta, tiene su propio festival en junio.




Si llegas a tiempo me traes uno.
¡Buen provecho!
ORANGE PEEL BAKERY: Todos juntos alrededor del fuego.

“Dicen que al sentarnos juntos a la mesa nos hacemos hermanos… Y ese momento de comunión todo es posible.”
Parece que Juli Vanderhoop, descendiente de los nativos de la tribu Wampanoag y creadora de este espacio tan singular, está muy de acuerdo con esta máxima.
Ella regresó a Martha’s Vineyard, a su pueblo natal, Aquinnah, hace 10 años luego de mucho tiempo residiendo fuera. Con el profundo deseo de reconectar con su comunidad y conocer a sus vecinos comienza a hornear panes y postres.


Su deseo era crear un negocio para servir a su comunidad todos los días del año. Compra un horno de leña de piedra en Francia, el más grande que encontró, y lo armó piedra a piedra con ayuda de algunos locales. Así nace Orange Peel Bakery con la profunda esperanza de que, si construía algo que la gente amara, ella podría quedarse viviendo aquí. ¡Y vaya si funcionó!
Una vez el horno estuvo en operación llegó el momento de pensar como ponerlo al servicio de la comunidad y las “Noches de Pizza” comenzaron en el 2006.
El horno se convierte así en la piedra angular donde la gente se reúne para compartir pizzas recién horneadas.
¿Cómo funcionan estas noches? Traes tus toppings, Juli brinda la masa de pizza, todas se hornean juntas y se comparten con todos. Debes brindar la mitad de tu pizza a los demás y viceversa.


Las “Noches de Pizza” se celebran dos veces a la semana. A veces hay música en vivo, a veces aparece Bill Murray a disfrutar la noche junto a sus vecinos.
Este experimento comunal de compartir el pan recrea las tradiciones de los Wanpanoag que construían hornos para unir a la tribu junto al fuego y cocinar juntos.
La micro panadería se ha convertido, a puro pulso, en una referencia en Martha’s Vineyard. Sus puertas nunca están cerradas, las luces siempre encendidas, 365 días del año.
En las temporadas bajas no hay personal disponible y se establece un sistema de honor donde puedes comprar lo que desees y dejar el dinero al salir. Cada mañana Juli se encuentra con su canasta llena de efectivo.
¿Que si conocí personalmente a Juli? No. Me hubiera encantado. Descubrí su historia a través de sus panes recién horneados que pagué al salir en la canastita junto a la puerta.

