Un viaje por el placer de beber vino
Desde tiempo inmemoriales, el vino ha sido una de las bebidas alcohólicas más famosas, disfrutadas y alabadas por los seres humanos. Al estar presente en múltiples etapas de la historia, ha obtenido su término personalizado para justificar un viaje a otro país, creando múltiples destinos que tengan como atractivo principal el “enoturismo”, o como me gusta llamarlo: turismo por amor al vino.
Enoturismo, una nueva forma de conocer el mundo
Hay muchos países conocidos por sus cultivos vinícolas, que los coloca entre los favoritos para visitas turísticas, desde la experiencia de elaboración y cosecha de la vid, los impresionantes viñedos, las bodegas de almacenaje y, sobre todo, la cata de vinos, son un gran atractivo para el público.
Comenzaremos nuestro viaje por Italia, el país que produce más vino a nivel mundial y que alberga lugares como la Toscana, conocida por sus montañas onduladas. Si te hospedas en Florencia o Siena, puedes contratar una visita guiada con paradas en distintas viñas. Otro posible destino es Barolo. Conocido como el vino de los reyes o el rey de los vinos, es, sin dudar, otro lugar perfecto para el turismo vinícola.
Siguiendo nuestra ruta en Europa, pasamos a Francia, otro de los países productores de vino más importantes del mundo y de donde se originan muchas de las mejores variedades de uvas como la cabernet sauvignon, chardonnay, pinot noir, entre muchas otras. Al norte de Francia puedes encontrar la famosa región de Reims, reconocida como la región del champagne y donde se encuentran las grandes casas productoras de la misma, como Lanson, Pommery y Bollinger. Al sur puedes visitar la región de Burdeos, famosa por sus vinos tintos y en la frontera con Alemania la región de Alsacia, que produce vinos blancos.
España es otro gran productor de vino, tiene más de 400 variedades de uvas autóctonas y 138 regiones vitivinícolas, siendo las más destacas Castilla y León, Cataluña y La Rioja. Otra parte de Europa que está entre los mejores destinos de vino es Alemania, tomando su cultura del vino desde la época del Imperio romano, enfocándose en áreas del sur y suroeste como los son Coblenza, Wurzburgo y Tréveris.
Pasando al continente americano, uno de los destinos ideales para los amantes del buen vino, es Santiago de Chile. Cuenta con numerosas bodegas que ofrecen experiencias únicas para los turistas que buscan aprender y catar las mejores cosechas. Si visitas entre marzo y abril, estarás justo a tiempo para las fiestas de vendimia que celebra los trabajos de cultivo y cosecha de la vid.
Desde los años 60, la cultura vinícola forma parte esencial de California en los Estados Unidos, siendo productor de más del 90 % de los vinos de Norteamérica. Cuenta con miles de bodegas y dentro de sus destinos más populares están Sonoma y Napa Valley, que están a menos de dos horas de distancia una de la otra, lo que permite aventurarse en nuevos viñedos y bodegas en poco tiempo.
Sin duda alguna, el enoturismo se ha vuelto una razón esencial para conocer nuevas culturas, buena comida y, sobre todo, buen vino.