Fotos: Wagnerokasaki, Martin-dm
Diversos ritos y tradiciones marcan las horas que anteceden la medianoche del 31 de diciembre. Una noche perfecta para pasar balance y plantearnos nuevos objetivos y deseos que anhelamos que se cumplan en el año venidero. De forma sintetizada, te presentamos los rituales más populares que se enmarcan en la festividad de fin de año en algunos países de Latinoamérica, ideales para dejar atrás los malos momentos del año que finaliza y dar paso a un nuevo capítulo cargado de amor, esperanza y energía positiva.
¡Arrojar agua para la buena suerte!
Iniciamos en la Isla del Encanto, donde algunas familias conservan la tradición de arrojar un balde de agua con la finalidad de atraer la buena suerte y liberarse de los problemas acarreados durante el año que finaliza. La práctica consiste en llenar un recipiente de agua y luego arrojarla por la puerta o ventana de la casa justo cuando el reloj marca la medianoche, acto que da la bienvenida a un año nuevo con renovadas energías.
¡Un plato que presagia prosperidad!
La comida no puede faltar en las tradiciones y rituales de fin de año, y en ese ámbito las lentejas es uno de los platos favoritos en Chile, que forman parte de esta festividad. Estas son asociadas a la prosperidad, y comerlas a medianoche es una excelente opción para atraer abundancia y que no te falte trabajo todo el año.
¡El salto de siete olas para el despertar del año nuevo!
El cierre del año es un momento mágico que se vive con mucha intensidad en Brasil. La festividad es denominada Reveillon, que significa “el despertar del año nuevo”, donde miles de personas se dan cita vestidos de blanco en la playa de Copacabana, escenario natural en que disfrutan de un espectáculo de fuegos artificiales, además de rendir honras a la diosa de las aguas, la belleza y la fertilidad: “Lemanja”, arrojando flores (especialmente blancas), pulseras, collares, mientras saltan un total de siete olas y piden un deseo en cada una, práctica que aseguran trae buena suerte y fuerza para hacer frente al año que inicia.
¡Doce uvas a ritmo de campanadas!
Un destino fuera de serie para darle la bienvenida a un nuevo año con el pie derecho es México, un país rico en cultura y tradiciones, donde es habitual comerse doce uvas al ritmo de las doce campanadas la medianoche del 31 de diciembre. Cada uva que comes representa un mes de buena suerte y prosperidad. Esta tradición, de origen española, se reproduce también en Perú, Chile, Ecuador, Venezuela y República Dominicana. Además, cuenta dentro de sus rituales, llevar ropa interior roja para atraer el amor y, de color amarilla, para la prosperidad.
¡Una maleta para recorrer nuevos destinos!
Un fantástico ritual para quienes aman viajar y vivir nuevas aventuras durante el año, es salir a recorrer unas cuadras a medianoche con una maleta o una mochila. Mientras más camines con el equipaje, más destinos conocerás.
Un detalle muy importante, cuando falten segundos para la medianoche no te olvides de agradecer y mantener una actitud positiva, pues es una excelente fórmula para atraer cosas buenas a tu vida.