texto Joel Peralta fotos Fuente externa
«La naturaleza es una amiga indispensable para la supervivencia de los seres humanos en este mundo, por ende, es nuestro deber el cuidar de los recursos que el planeta nos regala de forma desinteresada«
Está claro que el mundo tecnológico se mantiene en constante evolución, con un enfoque bastante claro que la humanidad siga mejorando y avanzando, pero muy pocas veces nos tomamos el tiempo de analizar el impacto que estos “avances” pueden tener en el frágil ecosistema de este planeta que llamamos nuestro hogar.
Afortunadamente, existen múltiples entidades que buscan fomentar el aprendizaje y conservación de distintas especies de plantas, utilizando las innovaciones tecnologías que surgen continuamente. Una de estas iniciativas es el “Proyecto Edén”, pensada por el empresario y productor de televisión Tim Smit, llevada a la realidad mediante el trabajo del arquitecto británico Nicholas Grimshaw y la empresa de ingeniería Anthony Hunt y Asociados.
Está ubicado en Cornwall, Inglaterra y ocupa una superficie de 15 hectáreas de terreno. Se le considera como un enorme jardín botánico y es un experimento científico que, utilizando la tecnología para crear distintos climas, combina la ecología, horticultura, ciencia, arte y arquitectura, ofreciendo una experiencia inigualable, a la vez que se enfocan en promover y hacer entender a las personas que, para tener un futuro sostenible, las plantas son fundamentales.
La idea comenzó a planificarse en los años 90, enfocada en la biomimética como su núcleo de diseño, que, en palabras simples, es el proceso de imitar a la naturaleza para inspirar soluciones a problemas humanos. Desde su inauguración en el año 2001, el proyecto se mantiene en constante actualización, renovación y construcción de nuevas áreas, utilizando los avances tecnológicos que van surgiendo y así poder mantener su población de más de cien mil plantas, conformada por alrededor de cinco mil especies distintas.
Actualmente cuenta con ocho domos geodésicos, es decir, estructuras tridimensionales que forman una red de triángulos interconectados; estos tienen una forma similar a las de las burbujas o las alas de una libélula, son de diferentes tamaños y conforman los dos biomas techados, el de clima tropical y el mediterráneo. Existe un ecosistema al aire libre que cuenta con plantas adaptadas al clima de Inglaterra, a su vez, poseen un centro de visitantes, un anfiteatro al aire libre y un camino de acceso.
Una parte esencial es The Core. La inspiración para su construcción fue tomada del proceso de crecimiento de las plantas, utilizando espirales opuestas matemáticamente, basadas en la secuencia de Fibonacci y, para su creación, se utilizaron materiales sostenibles, es energéticamente eficiente, posee paredes superaislantes fabricadas con periódicos reciclados y paneles fotovoltaicos en el techo que generan electricidad. Otros aspectos destacables dentro del proyecto son el uso de sistemas de climatización, iluminación artificial, sistemas de riego, sensores de monitoreo para cuidar las condiciones ambientales, entre muchos otros.
Se dice que la naturaleza no se equivoca y es increíble ver lo bien que se puede alinear con la tecnología para crear espacios únicos, enfocados en el cuidado de nuestros recursos naturales, y a la vez traer mega estructuras que enamoran a la gente y les permite aprender de la importancia de la sostenibilidad para conseguir un futuro brillante.