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PROTAGONISTAS DE UNA HISTORIA DE AMOR EN EL CORAZÓN DEL CARIBE
Hace dos años, el sentimiento más elevado de la humanidad, el amor, tocó las puertas de la heredera de un legado artístico y multicultural, la reconocida diseñadora de joyas dominicana Mónica Varela y el empresario de la construcción, de origen español, Juan Moreno, quienes nos abren sus corazones, y en exclusiva, las puertas de su nuevo hogar en Punta Cana, desde donde nos cuentan su idílica historia de amor y todos los detalles de su boda en Palma de Mallorca, España.
“Yo tengo un mundo espiritual profundo y él siempre me lo ha celebrado”.
Nuestros protagonistas salpican nuestras páginas de emociones, valores familiares, arte y de un amor genuino que sus ojos no saben guardar. Y es que cada palabra aquí plasmada lleva consigo la mirada traviesa y cómplice de Mónica y Juan. Dos almas que se encontraron en casa de una gran amiga en común, Gloria Tokatly, en el paraíso de Punta Cana, y desde entonces no han parado de testificar que el amor verdadero aparece en el momento menos pensado, escondido detrás de unos ojos verdes penetrantes como los de ella, capaz de auscultar lo más profundo de su interior, o en la calma que él transmite, en su espíritu emprendedor, en las diferencias que los enriquecen o en la seguridad y el liderazgo que los une. Hoy, tomados de las manos, nos invitan a transitar por su encantador hogar, ambientado con las coloridas y hermosas obras de arte del padre de Mónica, el pintor y escultor uruguayo Fernando Varela, por la paradisíaca y cristalina playa del Hotel Tortuga Bay, donde Juan le hizo la propuesta de matrimonio, así como otros tantos maravillosos espacios y trascendentales momentos que conforman su romántica historia de amor.
“Para nosotros, la presencia de Dios en nuestra familia es un requisito, es lo más importante”.
RS: Cuéntenos de ese mágico momento en el que Cupido flechó sus corazones… ¿dónde y cuándo se conocieron?
Mónica Varela: Nosotros nos conocimos un 15 de febrero, yo estaba en casa de una amiga, Gloria Tokatly en Punta Cana, que tenía unas fotos para una revista, y Juan había construido esa casa y tenía que ir a hacer unas fotos del espacio. Él llegó y ahí estaba yo, nos miramos y nos enamoramos.
Juan Moreno: Yo no estaba destinado a ir por esa casa ese día, pero la arquitecta y la dueña de la casa nos solicitaron personalmente que los acompañara para unas fotos, que no sabía para qué era y ahí resultó estar Mónica, con esa mirada penetrante y retadora. Y así fue que nos conocimos.
RS: ¿Cuál fue esa primera impresión que tuvieron uno sobre el otro y qué cualidades o detalles hicieron que se fueran enamorando?
MV: Mi primera impresión de Juan fue este hombre divertido, con quien me resultó muy fácil conversar, que para mí es muy importante porque me encanta hablar hasta por los codos; muy calmado y pausado, un galán español.
JM: A mí lo que más me impresionó de Mónica fue su seguridad, la gran persona, el buen corazón y la buena luz que transmite. El buen corazón, que con el paso de los días fui conociéndola en detalle en ese aspecto, pero el primer impacto fue la seguridad y la buena vibra que transmitía.
RS: ¿Cómo fue ese momento en que les comunicaron de su relación a sus respectivas familias y cuál fue la reacción?
MV: Superbién. ¡Ay, este cuento es bueno! Para nuestra primera cita, él vino a visitarme a Santo Domingo, quedamos a un almuerzo, en Ajualä, y ese mismo día, a las 6 de la tarde, yo tenía la bendición de mi nuevo local, MV SPHERE, en la Abraham Lincoln con José Amado Soler, en Santo Domingo, y estaba toda mi familia; ahí él conoció a todos como un amigo, todavía no era nada, nos estábamos conociendo.
En el caso de la familia de Juan, fuimos a un almuerzo de domingo en su casa, todo fue muy cómodo. La verdad que cuando Margarita, su abuela, viene a almorzar con nosotros o se juntan las dos familias, es un sentimiento extrañamente precioso, porque se siente como si fuera nuestra abuela, somos personas muy similares y nos sentimos muy cercanos.
“Estamos en un proceso de compromiso y viviendo la belleza de lo que es estar enamorados”.
Desde una profunda mirada, ¿cómo se describen el uno al otro y qué es lo que más les gusta de cada uno?
MV: Yo lo describo amoroso, trabajador, consistente, generoso, extremadamente disciplinado, con valores intachables como la honestidad y el compromiso. Es un hombre comprometido con sus metas. Muy moderno en su forma, aunque es un hombre tradicional, pero tiene una mentalidad abierta. Yo tengo un mundo espiritual profundo y él siempre me lo ha celebrado.
Tengo una carrera públicamente demandante y él siempre ha estado a mi lado, al igual que yo al lado de él. Lo que más me gusta de él, a parte de su aceptación por todo el mundo a su alrededor, es su capacidad de visionar un futuro juntos y de hacer planes de acuerdo a eso. Yo creo que la estabilidad que hemos creado y nuestra comunicación es algo que yo valoro mucho y lo amoroso que es conmigo.
JM: Me encanta que Mónica es una persona que le busca la vuelta a las situaciones y siempre busca el lado positivo. Es una persona que tiene una facilidad de superación desde lo profesional hasta lo personal, nunca deja de aprender. Siempre está tomando talleres, tomando cursos, esa capacidad de motivar a quienes la rodean también, esas son de las cualidades que más me impactan.
RS: ¿Cómo celebran San Valentín? ¿Alguna anécdota que atesoren y quisieran compartirnos?
JM: Coincidencialmente en San Valentín se centra el cumpleaños de Mónica, aniversario de novios, pedida de matrimonio y la celebración del 14 de febrero en la misma semana. Entonces, es una fecha muy interesante. Por lo general, hacemos una cena, somos muy familiares los dos, eso es algo que tenemos muy en común, somos muy del hogar y lo celebramos siempre en familia. La familia es algo muy importante para nosotros.
“Somos muy parecidos en la seguridad y el liderazgo, en los valores familiares, en que la familia es lo más importante”.
RS: Una dominicana y un español, ¿de qué manera se expresan el amor cada día y cómo ha influenciado la diversidad cultural su relación?
MV: Yo me considero completamente dominicana, con la superconciencia de que mi mamá es italiana y mi papá es uruguayo. En general, tengo una mentalidad bastante europea. Juan vive aquí desde muy pequeño, entonces, aunque él es español, él tiene una personalidad muy dominicana. Nos gusta comer muy bien, nos gusta viajar, disfrutamos mucho los viajes a Europa, al igual que el turismo interno. Entonces, nos complementamos muy bien en ese aspecto.
JM: Yo creo que no es tanta la diferencia, porque Mónica viene de una familia italiana, padre uruguayo y madre dominico-italiana, entonces gran parte de la formación de Mónica es sobre la base de un hogar que tiene un poco de muchas culturas y eso permite esa flexibilidad y ese entendimiento en la diferencia cultural. Yo he vivido gran parte de mi vida aquí, estoy muy familiarizado con la cultura y con las costumbres de aquí, no ha sido un tema en ninguno de los sentidos, lo hemos manejados muy bien.
RS: Luego de vivir en diferentes lugares cada uno, ¿cómo surgió la idea de establecerse en Punta Cana, desde donde nos han abierto las puertas de su nuevo y acogedor hogar en exclusiva?
MV: La calidad de vida en Punta Cana es excelente. Para mí, vivir en este lugar, al yo ser creativa, es un espacio donde las ideas pueden fluir más dentro de mí. En el caso de Juan, él es de aquí y tiene todos sus negocios aquí. Mi negocio, al ser joyería, que representa a la mujer dominicana, el extranjero puede venir a buscar una joya de alta calidad hecha aquí, y el mejor lugar para podérsela ofrecer es Punta Cana; por eso abrimos una tienda en el Village, y ha sido una gran sorpresa conocer a ese consumidor internacional que disfruta tanto de nuestra tierra.
JM: Bueno, mi trabajo está en Punta Cana, nosotros tenemos las oficinas principales aquí, el 70 % de las operaciones de lo que viene siendo de Miches a Punta Cana, y Mónica acaba de abrir una tienda y tenía la visión y la ambición de expandir su negocio a otros polos, quería el polo turístico, entonces fue todo la fórmula perfecta. Nos mudamos, tuvimos unas semanas de adaptación y después estuvimos encantados de estar en nuestro hogar y en Punta Cana felices.
RS: ¿Qué tan distintos son sus mundos, en cuanto a la parte profesional y cómo se complementan a la vez? ¿A qué se dedican?
MV: Juan y yo somos dos vendedores innatos, aunque él está en la construcción y yo en el diseño de joyas, a los dos nos encanta socializar, nos encanta enamorarnos de un producto y poder hablar de él. Somos una muy buena dupla a la hora de apoyarnos en nuestros trabajos. Pero sí, él vive en obras en tenis y yo vivo diseñando y con mi equipo trabajando en joyas. O sea que sí vivimos en dos mundos separados que se complementan bastante bien por nuestra personalidad. Soy una diseñadora de joyas de la República Dominicana, mi pasión es elevar los tesoros de mi tierra, en este caso el larimar, el ámbar y la piedra luna. Como persona, me describo muy espiritual, brutalmente honesta, amante de la vida y de los momentos especiales, muy familiar sobre todas las cosas.
JM: Mónica está en joyería y en diseño, y yo estoy en el sector de la construcción. Actualmente, estamos construyendo un hotel en Miches, otro hotel en Uvero Alto, un hotel en Puerto Plata y unos proyectos inmobiliarios. Estudié Administración de Empresas con un enfoque en Negocios Internacionales. Al final del día, tenemos un equipo de trabajo que motivamos, incentivamos. Yo creo que, aunque son industrias diferentes, compartimos muchos aprendizajes y del día a día de nuestras operaciones. Aunque no hemos trabajado juntos, le he ayudado con la apertura de su tienda aquí en Punta Cana, a establecerse y en las estrategias de marketing, solo como asesoría de pareja.
“El amor es seguridad, es confiar, es creer en un proyecto de vida”.
RS: ¿Cómo fue la propuesta para ser novios y más reciente, para matrimonio? ¿Qué sentimientos embargaron sus corazones?
MV: Hasta se me eriza la piel al pensar en la propuesta de matrimonio. Él secretamente la estaba planeando con mi mamá, ellos dos eran los únicos que lo sabían, y estábamos en la casa y de un momento a otro me dice cámbiate que nos vamos a ir a cenar a Tortuga Bay. Y nada, yo me pongo un vestido cualquiera, nosotros andamos en Punta Cana normal, estamos en playa, y llegamos allá; están nuestros amigos, Gloria y Ziad, nos sentamos a cenar, y después nos invitan a pasar a la playa por el postre, bueno, normalmente vamos todos, caminando y grabando todo el momento. Y nos sentamos en la mesa frente al mar, con un saxofonista y unas lucecitas, mientras nos estamos riendo los cuatro, me doy cuenta que Juan esta de rodillas al lado de mí, pidiéndome matrimonio.
No hay palabras para describirlo, mucha alegría, nunca me imaginé poder ser tan feliz. Estoy muy agradecida de haber encontrado a Juan, que nos hayamos encontrado el uno al otro. Y felicidad, nosotros duramos veinte minutos abrazándonos, gritando, y yo nerviosa llamando a mi mamá, a mi hermana, a mi mejor amiga que ahora es mi dama de honor y la verdad que fue un momento inigualable, que solo se vive una vez.
JM: La propuesta de novios fue en un fin de semana que nos fuimos al Sanctuary Cap Cana, que le pedí que sea mi novia un día 15 de febrero, y la pedida de matrimonio fue en una cena en el hotel Tortuga Bay, cenamos con unos amigos que son Ziad y Gloria, que fueron quienes nos presentaron, ellos no sabían nada, y después de la cena le dije vamos a la playa a tomar nuestro postre, y allá había un grupo musical y una cena bien bonita, fue ahí donde le pedí matrimonio.
CONFESIONES ÍNTIMAS
APODOS, DESDE EL LENGUAJE DEL AMOR: Mónica a Juan: Amor, Juan con 3 A, amor mío.
UNA CANCIÓN DEDICADA: “Follow the Sun” Xavier Rudd.
LUGAR/PRIMER BESO: Pico Duarte.
DÍA DE ANIVERSARIO DE NOVIOS: 15 de febrero
UNA PALABRA QUE LOS DEFINA: Nos define la palabra dedicación.
UN LUGAR FAVORITO DE AMBOS: Nuestra casa
QUIÉN ES MÁS DIVERTIDO: Para mí, Juan
QUIÉN DISFRUTA MÁS COCINAR: Mónica
COLOR FAVORITO: Azul COMIDA PREDILECTA: Lo que sea que cocine mi mamá. También nos gusta la comida japonesa e italiana
UN LUGAR PARA LA LUNA DE MIEL: Japón y Tailandia.
CONFESIONES ÍNTIMAS
APODOS, DESDE EL LENGUAJE DEL AMOR: Juan Moreno a Mónica: Moni.
UNA CANCIÓN DEDICADA: La canción de la relación es “Una palabra” de Carlos Varela LUGAR/PRIMER BESO: Pico Duarte
UNA PALABRA QUE LOS DEFINA: Nos define a ambos la palabra dedicación
UN LUGAR FAVORITO DE AMBOS: Nuestro hogar y la casa de mis suegros en Casa de Campo QUIÉN ES MÁS DIVERTIDO/A: Mónica
QUIÉN ES MÁS TÍMIDO/A: Juan
QUIÉN DISFRUTA MÁS COCINAR: Mónica, y Juan lavar
COLOR FAVORITO: Blanco COMIDA PREDILECTA: Nos gusta mucho el sushi y la comida hindú
UN LUGAR PARA LA LUNA DE MIEL: Japón y Tailandia.
RS: Mónica, tu anillo de compromiso fue diseñado y realizado por tu equipo de joyeros junto a Juan. Háblanos un poco sobre la historia detrás de él, su composición y lo qué ha significado para ti.
MV: Yo trabajo con joyería, y para el momento en que estábamos ha[1]blando de eso, yo estaba comprando algunos diamantes en New York. Yo le comparto a Juan la lista de los diamantes disponibles, y duramos un mes analizando qué comprar, qué no comprar, cómo es el mercado, hablando todo el tiempo de la calidad, del corte, de qué es lo más recomendado. Pues ahí cogimos un curso exprés en carretera.
Un día estábamos hablando y él me dice: “¿Pero cuál es el que más te gusta?”, y yo le digo: “Me gusta este ovalado porque tiene una piedra muy buena”… y ya se quedó ahí, yo me olvido del tema. Yo ni me lo imagino. A principio de enero yo estaba en mi casa, en Casa de Campo, él me llama, yo tenía covid, fiebres altas, pensando de todo, sin poder salir y yo le digo: “Juan, tú sabes que yo no soy mujer de corte ovalado, mejor si me vas a comprar uno que no sea un ovalado”, y Juan dijo: ¡Eh, eh, tengo que trancar, bye!. Y yo, ¡Ay, Dios mío, qué yo he hecho, por qué yo soy así!, brutalmente honesta.
Estoy muy agradecida de que lo hice, porque me regaló mi brillante corte antiguo, que es algo que a los dos nos gusta mucho, es una piedra muy diferente, circular, que para mí es lo más clásico que hay, y también me regaló el ovalado para cuando yo dé a luz a nuestro primer hijo. Así que salí ganando con las dos piedras.
Juan diseñó mi anillo de compromiso con mi joyero, inspirado en un anillo de compromiso mío. Él lo hizo un poco más fino de los que yo hago, porque él sabe que a mí me gusta usar muchos anillos y él quería que yo pudiera seguir siempre siendo yo. Como estoy en un proceso de compromiso y viviendo la belleza de lo que es estar enamorado, ese proceso de comprometerse, la emoción del hombre al elegir el anillo de la mujer y de ella al recibirlo, estamos lanzando para San Valentín una serie de cinco anillos de compromiso, bien modernos, para una gran MVBabes, que no quiere lo tradicional, que quiere algo que de verdad sea muy único y muy ella.
RS: ¿Algunos detalles de la boda que nos puedan adelantar?
MV: La boda va a ser en Mallorca, de donde es Juan y su familia. Algún detalle que les puedo adelantar es que todo es muy a la MVBabes, Juan me lo ha apoyado y celebrado muchísimo que hagamos un “Jewel wedding”, y así será. Nos hemos tomado la boda súpertranquilos. Estamos en paz, la verdad que nos ilusiona muchísimo. El día va a ser lleno de amor, que es lo que más nos importa, con todas las personas que han formado parte de nuestra relación y a quienes les tenemos muchísimo aprecio. Será una boda familiar, con personas muy cercanas. Sant Francesc es la iglesia donde nos vamos a casar. Es la iglesia que tiene el órgano más lindo de Europa, en Palma de Mallorca. Cuando Juan y yo entramos a misa la primera vez, en el lado izquierdo del templo estaba la “virgen Immacolatta” que es el nombre de mi abuela. Entonces, yo lloré como una magdalena ahí, y Juan me dijo: “Mi amor aquí es”, y ahí será.
En cuanto al vestido de novia, el día que me comprometí, ya sabía qué vestido yo quería. Es un vestido muy moderno, pero al mismo tiempo muy romántico y muy tradicional. Es de una diseñadora muy especial de los Estados Unidos. Tengo una amiga en España que me está haciendo un vestido que sabe que será el mejor fit para mí. Ella sueña que yo me lo ponga de segundo vestido, pero el vestido mío es tan precioso, que no sé si yo sea capaz de quitármelo. Entonces, me voy a Toledo a medírmelo y luego decidiré.
JM: Nos casaremos el veinte de mayo en Palma de Mallorca. La ceremonia va a ser en la segunda iglesia más importante de Palma. La fiesta se va a realizar en una finca antigua en el campo, en la montaña, muy espectacular. Es como una típica finca mallorquina antigua con revestimiento en piedra con mucho arte, jardines… la propiedad es impresionante. A ambos nos provoca mucha ilusión celebrar la boda allá.
Sueño ese día en familia, con amigos, con mucho nervios. Por eso también quisimos hacer una “destination wedding”, para estar con amigos que queremos, nuestras familias y personas que nos quieren. Quisimos hacer algo diferente.
RS: ¿Cuántos hijos les gustaría tener más adelante?
MV: Me gustaría tener tres hijos. Juan siempre ha dicho dos, yo pienso que él será el que me pedirá el tercero. Veremos.
JM: Yo quisiera dos, y Mónica está entrando en razón que dos es el número perfecto; aunque ella quisiera tres. La educación de una familia, de hijos es un reto, es mucho tiempo, estoy seguro que dos.
RS: Para finalizar, ¿cuál es la filosofía de su relación de pareja?
MV: Nuestra filosofía es “Un día a la vez” y “Menos es más”.
JM: Nosotros tenemos un dicho que dice: “Más es menos, menos es más”. Yo creo que todo en la vida es un equilibrio, las personas somos muy ambiciosas en todos los sentidos, personales y profesionales, y a veces, el menos es más y el más es menos. Y ese ha sido uno de los mensajes que siempre hemos mantenido internamente como pareja, y la confianza es la que crea un hogar, o sea, para mí esos dos puntos son los principales al procrear una familia exitosa.