La escultura en gran escala no es solo un reto físico, sino un manifiesto de identidad y visión. Lorraine Franco, con su estilo atrevido y desafiante, ha encontrado en el arte una manera de explorar su historia, su entorno y, sobre todo, la experiencia de ser mujer.
Lorraine describe su arte como conceptual y de terminación limpia, pero también divertido y provocador. Su inspiración proviene de su aguda capacidad de observación, encontrando en cada objeto y forma un eco de su propia historia. Para ella, si una imagen regresa insistentemente a su mente, es porque tiene algo importante que revelarle.


Influencias y evolución
Su arte ha crecido junto con ella, madurando y adquiriendo un sello propio. En los últimos años, la cultura dominicana ha tenido un gran peso en su obra, particularmente la figura de la mujer dominicana. Esta presencia nacionalista, combinada con su identidad personal, ha definido su enfoque artístico.
Más que la anatomía femenina, lo que define su arte es la experiencia de ser mujer. Lorraine se enfoca en representar la vida desde una perspectiva femenina, abordando sus contradicciones y desafíos en un mundo que no siempre está diseñado para ellas. Su obra oscila entre lo jocoso y lo serio, con un fuerte componente de crítica social.


¿Feminismo en el arte?
Para Lorraine, su arte es feminista en el sentido de que busca visibilizar la experiencia de las mujeres y abogar por la igualdad de derechos. Sin embargo, no considera que hombres y mujeres sean iguales en esencia; su interés radica en explorar las diferencias y cómo estas influyen en la manera en que vivimos el mundo.
Retos y oportunidades en el mundo del arte
Ser escultora en un entorno dominado por la pintura ha sido un reto, especialmente cuando se trabaja a gran escala. En ocasiones, incluso se ha enfrentado al prejuicio de que su obra no puede ser suya debido a su apariencia. Sin embargo, Lorraine destaca que el posicionamiento de la mujer artista en el país es fuerte y va en crecimiento.
A pesar de los desafíos, su trabajo ha sido bien recibido y valorado, lo que le motiva a seguir creando y contribuyendo al desarrollo de la escultura en su país. Con cada exhibición, Lorraine Franco reafirma su lugar en el arte, transformando su visión en obras que desafían, inspiran y celebran la experiencia femenina.

