Convierte la perfección de la naturaleza en escultura
La naturaleza es perfecta, una creación digna de admirar, como es cautivante lo que le apasiona al artista Chris Drury. Su trabajo es hacer esculturas con los mismos elementos que nos da el medioambiente. Una conexión que logra gracias a la cultura, la ciencia, los fenómenos de interior y lo exterior, microcosmos y macrocosmos, además de los materiales que mejor se adaptan a cada espacio intervenido.


Su cuerpo de trabajo se encuadra en el Land Art, esa corriente del arte contemporáneo en la que se crean piezas artísticas en plena naturaleza. Lo que plantea el artista es ese híbrido entre arquitectura de paisaje y escultura, el paisaje, en el que la obra de arte está estrechamente enlazada. Para que todo sea posible, el ambientalista recibe colaboración de científicos y técnicos de un amplio espectro.
Los resultados pueden verse, además, en instalaciones en el interior y en papel, ya que utiliza mapas, arte digital y video. Sus áreas de trabajo se dividen en dos categorías: instalaciones y comisiones específicas del lugar, tanto por dentro como por fuera. Estos trabajos, a menudo, serán colaboraciones con instituciones y pequeñas comunidades de todo el mundo. Pueden ser arquitectónicos, dibujos de terrenos, obras suspendidas y murales en tierra, entre otros.


Estas esculturas aparecen en libros de Key Land Art Survey en el Reino Unido y Estados Unidos. Algunos de sus proyectos se encuentran en The Nirox Foundation en The Cradle of Humankind, Sudáfrica, en colaboración con paleontólogos, geólogos y antropólogos; una residencia del British Antarctic Survey, en la Antártida, un trabajo para la Universidad Nacional Australiana, en Canberra, y una exposición sobre el lugar y la ecología.
Hace unos años, decidió trabajar con médicos para establecer vínculos entre los sistemas del cuerpo y el planeta. Para lograrlo, continúa viajando y respondiendo a diversas solicitudes de exposiciones, colaboraciones, instalaciones y trabajos en sitios específicos en el exterior.