La tiara de boda de Máxima, un accesorio legendario con una historia muy fuerte detrás. Es común observar en las bodas que la novia opta por una tiara, aunque algunas novias reales marcan la excepción y no lucen la famosa tiara, tal es el caso de: Grace Kelly, ni Carolina, ni tampoco Estefanía, quienes no lucieron una el día de su compromiso. Pero Máxima decidió seguir la tradición y, como no podía ser de otra manera, creó un conjunto icónico.
La futura reina de Holanda llevó el protocolo a su terreno, tomando dos joyas preexistentes y uniéndolas en una tiara única. Esta nueva creación recibiría el nombre de la Tiara de las Estrellas, aunque popularmente sería conocida como la Tiara de Máxima.
La primera joya –que utilizó como base– fue la Tiara de Perlas (Pearl Button Tiara en su forma original). Esta pieza está compuesta por una base de festones de diamantes y, en su diseño original, cinco broches con cinco perlas redondas rodeadas de nueve pétalos cargados de diamantes; creando la forma de margaritas. Estos broches, pertenecieron a la reina consorte Sofía y después a su nieta la reina Guillermina.
La Tiara de Margaritas es la tiara favorita de las mujeres de la monarquía holandesa. Llevarla supuso también un tributo especial a su suegra, la reina Beatriz, quien la lució el día de su coronación como reina de los Países Bajos.
Aunque Máxima adoraba la tiara tal y como era originalmente –y así lo ha demostrado vistiéndola en otras ocasiones, decidió darle un toque de estilo personal y sustituyó las perlas por unos broches en forma de estrella. Cuando la reina Emma se casó con el rey Guillermo III, recibió como regalo de bodas dos sets de estos broches: uno con cinco estrellas de diez puntas y otro con cinco estrellas de doce.
En el día de su enlace, decidió llevar las de diez, cinco piezas que coronaban la tiara y la hacían brillar aún más si era posible. En cuanto a los broches de doce puntas, la argentina también los ha combinado con la base de la Tiara de Perlas, aunque los prefiere como alfileres en la banda de orden o, como se osberva en algunas imágenes, en el fajín.