Texto Ismalay Liranzo Foto Cortesía de la Entrevistada
Thais Herrera, destacada alpinista dominicana, comparte su fascinante viaje hacia la cumbre del Everest y su amor por el alpinismo. Desde sus inicios en el pico Duarte hasta su triunfo en el techo del mundo, Thais nos ofrece una visión íntima de sus experiencias y emociones en este deporte desafiante.
Thais nos cuenta cómo comenzó su amor por el alpinismo: “Es una larga historia, que comienza en el pico Duarte, nuestra amada montaña en la cordillera Central, llevando a los jóvenes de la Fundación Futuro Posible, donde fui directora ejecutiva, como parte de los participantes de las expediciones educativas de otra fundación, Siempre Más, de Karim Mella, el primer dominicano en la cumbre del Everest”.
En 2015, Thais decidió profundizar en el alpinismo al inscribirse en una escuela de glaciar. Aunque tuvo que hacer una pausa por razones personales, retomó su pasión en 2018. “Voy a las montañas porque ahí me encuentro, siento paz, regreso renovada”.
El camino al Everest
La decisión de escalar el Everest, la montaña más alta del mundo, fue un desafío monumental. Thais describe una montaña rusa de emociones durante los 57 días que duró la expedición. “Se viven distintas emociones. En el proceso que duró unos 57 días, uno se siente ansioso, expectante de que llegue el momento. Se siente presión, por los compromisos en mi empresa Asertiva RD y con la familia”.
Sin embargo, el apoyo de su familia, amigos y patrocinadores fue crucial. “También sentí mucho apoyo de mi familia, amigos, de las empresas que me patrocinan y de muchas personas que, sin conocerme, se acercaban en las redes y en persona a enviarme buenas vibras y oraciones”.
La preparación para escalar el Everest no fue sencilla. Thais se entrenó durante años, aprovechando la condición física que obtuvo tras una expedición a la Antártida, donde esquió al Polo Sur y escaló la montaña más alta del continente, el Vinson. “Los entrenamientos específicos para el Everest incluyeron escalar montañas en Ecuador para aclimatación, 4-5 sesiones de fortalecimiento a la semana, así como 4-5 sesiones de cardio a la semana, con salidas de backpacking los fines de semana”.

Apoyo familiar
El respaldo de su familia fue un pilar fundamental en su éxito. “Mis hijos y mi familia me apoyan. Son parte del equipo de planeación y están involucrados en el proceso. Mis hijos me dicen que se sienten orgullosos de mí, y eso llena mi corazón de alegría”, comenta Thais con una sonrisa.
Reflexiones y aprendizajes
Al reflexionar sobre su trayectoria en el alpinismo, Thais no cambiaría mucho de sus inicios, pero enfatiza la importancia de una preparación meticulosa. “Aunque de una buena manera lo hice, me aseguraría estudiar, aprender y practicar simulando las expediciones a emprender”.
Un legado de superación
La historia de Thais Herrera es un testimonio de cómo el deporte puede transformar vidas y superar desafíos. Desde sus primeros pasos en el pico Duarte hasta alcanzar la cima del Everest, su viaje es una fuente de inspiración para todos los que enfrentan sus propios desafíos. Con determinación, preparación y el apoyo de seres queridos, Thais ha demostrado que ningún sueño es demasiado grande.