La primera impresión que se tiene al colocar un pie dentro de One if by Land, Two if by Sea es su decoración con mesas delicadas, manteles sencillos, adornadas con rosas en colores pálidos. Sus detalles en madera y la luz tenue de velas encendidas invitan al comensal a tener una velada muy íntima con una persona muy especial.
El emblemático lugar, que rinde culto al romanticismo, está situado en una histórica cochera en el barrio West Village de Nueva York, construida en el año 1767 y que fue propiedad de Aaron Burr, el exvicepresidente de los Estados Unidos.
Sus paredes de ladrillo, las vigas de madera y los detalles arquitectónicos históricos le confieren un encanto único, lleno de elegancia y exclusividad.
En su decoración incluye chimeneas de ladrillo, un piano de cola, muebles con estilo victoriano y un jardín privado, creando una atmósfera íntima, ideal para dejar fluir el romance.


One if by Land, Two if by Sea se ha ganado la reputación de ser uno de los lugares más románticos de la ciudad, y todo esto se debe a las innumerables propuestas de compromiso y bodas que se han celebrado en este restaurante, superando a cualquier otro establecimiento de Manhattan.
El restaurante cuenta con un pianista que toca en vivo, cuyas melodías suaves crean un ambiente romántico, lo que complementa la experiencia sin ser intrusiva y permite dar paso a las conversaciones.


Su menú es una combinación de platillos de alta cocina americana con toques franceses. Cada plato se convierte en una obra de arte con ingredientes de primera calidad. Tienen a disposición del comensal tres menús de viandas, uno de cocteles, uno de digestivos y vinos, y uno especial para San Valentín.


Su platillo estrella es el Beef Wellington, con su costra dorada y crujiente, cortado frente a ti con precisión. Dentro de sus otros platillos también se incluye una gran variedad de frutos del mar, como las vieiras selladas con salsa de mantequilla y cítricos, ostras frescas servidas con una mignonette de champán, sopa de langosta con pequeñas notas de azafrán y crema, lubina sobre un lecho de risotto cremoso, entre otros.
Pero las veladas no pueden terminar sin un delicioso postre, y este restaurante ofrece una gran variedad de dulces preparados, como un delicioso soufflé de chocolate caliente, un pastel de frutas con crema de vainilla o el famoso crème brûlée con vainilla de Madagascar.


Su diversidad de cocteles se ha convertido en los favoritos del público, como su ‘Sparkling Sangría’, ‘Two If by Sea’, ‘La Poire’ y el ‘Oldest Fashioned’, entre otros, que reflejan la dedicación de los bármanes para ofrecer a los visitantes una experiencia memorable y única en su clase.
One if by Land, Two if by Sea es el lugar perfecto para vivir una noche inolvidable en Nueva York. Donde el tiempo se ralentiza, el amor se celebra en cada rincón y los recuerdos se construyen en un entorno de ensueño.

