texto Juana Cabrera fotos Fuente Externa
Existe cierta virtud en los atributos de origen y eso la ciudad Lyon lo sabe bien. Desde 1935, este destino, ubicado al sureste de Francia, ostenta el título de “Capital Mundial de la Gastronomía”, que no resulta fácil de lograr y mantener frente a ciudades de todo el mundo que abren cada vez más restaurantes y se empeñan en sumar Estrellas Michelín.

Para Maurice-Edmond Sailland, “Curnonsky”, quien fue periodista, escritor y crítico calificado como “El Príncipe de los Gastrónomos”, el secreto de la cocina lionesa está en “Dejar a las cosas el sabor que tienen”. Sin embargo, aunque este elemento tenga un importante peso en la relevancia de esta gastronomía, la creatividad y apertura a nuevas técnicas y tendencias toman parte en la distinción que presumen.
En todas sus categorías de restaurantes se perciben diversas influencias, como la coreana, japonesa y peruana, entre otras. Y es que los chefs se abren al mundo, pero siempre aportando productos locales de calidad y de temporada, además de mantener la tradición.