Joyas: Jackie, su personalidad y joyas
JOYAS.
LA SEÑORA KENNEDY FUE LO MÁS CERCANO A LA REALEZA que han tenido los norteamericanos. Su impecable estilo noble la convirtieron en una referencia de clase. Jamás cursi, pues era una mujer de hierro endulzada con collares de perlas.
Tan inconfundible era el estilo de la señora Kennedy, con sus vestidos chaquetas confeccionados por los mejores diseñadores de moda del mundo, como tan seguro era que ella usaría su incondicional collar de tres vueltas de perlas.
Aun hoy día al collar de perlas de tres vueltas se le llama “Jacqueline Kennedy – primera dama”. La colección de joyas de la señora Kennedy era sencilla y elegante; además de tener una gran variedad de collares de perlas, se destacaron en el ajuar de Jackie K. una tiara con un sol de diamantes al centro que ella usaba en las recepciones oficiales, un anillo de diamantes con un clúster de zafiros que se llamaba Ojo de Buey y su pulsera al estilo garland de diamantes con siete esmeraldas.
Los broches también formaron parte importante en el estilo de Jackie K. pues eran un buen accesorio complementario para sus trajes chaquetas. Jacqueline Kennedy encantó a la Casa Blanca y al mundo con su elegancia y sus hermosas joyas, pero sorprendió a muchos cuando se enteraron que los finos accesorios hechos para ella por el famoso joyero, Kenneth Jay Lane, eran falsos.
Jacqueline Kennedy usó mucha fantasía, no obstante estos diseños se han convertido hoy día en clásicos y cada uno ha tomado el nombre de Jacqueline Kennedy… por ejemplo: el collar de Ojo Verde Jackie K, la pulsera Hampton Jackie K, el collar babero de piedras a color Jackie K, los aretes de diamantes Cascada de Agua Jackie K, y así sucesivamente, una gran colección que hace honor a la elegancia de esta gran dama.
A los cinco años de la muerte del presidente John F. Kennedy, un 20 de octubre del 1968, Jacqueline se casa con uno de los hombre más ricos del mundo: el turco- griego Aristóteles Onassis. Ahora las piezas de joyería de la señora Jacqueline Kennedy Onassis tomaron gran glamour.
En el contrato matrimonial, Onassis le propuso a Jacqueline un ventajoso acuerdo en el que ella heredaría la tercera parte de su fortuna si el moría y la posibilidad de gastar en ropa y joyas sin límite. La boda se celebró en la Isla de Escorpios y Aristóteles encargó a sus joyeros de confianza, Zolotas, para la elaboración de las joyas de la boda.
Fue llamada la boda de los millones. Onassis le regaló a Jacqueline una pulsera de platino en forma de serpiente con los ojos de diamantes que costó $228,000 dólares, una alianza de platino y diamantes de $45,000 dólares y ella eligió en Nueva York un anillo de diamantes de 24 quilates de $360,000. dólares. Con esas nuevas nupcias cambia el look de la sencilla pero elegante joyería de Jackie K por uno exuberante y un despliegue de fabulosas joyas de Jackie O.
Las majestuosas joyas que una vez pertenecieron a María Callas, la novia eterna de Onassis, pasaron a manos de Jackie O. y ella se ocupó de doblar con creces en cantidad y valor las piezas que Arti -(Aristóteles) le había regalado a María Callas.
A los cinco años de la muerte de Aristóteles Onassis, la dos veces viuda Jacqueline Kennedy Onassis se involucra en una relación amorosa con el señor Maurice Tempelsman, un millonario comerciante belga de diamantes. Su romance duró dieciséis años.
Fue una hermosa relación, muy discreta y reservada, por lo que se conoce poco de los regalos que Maurice le hiciera a Jackie, pero sí se conoce que Maurice le regaló a Jacqueline una colección privada con los mejores diamantes que aparecieron en el mercado. Maurice Tempelsman, amó y cuidó a Jacqueline Kennedy Onassis hasta el último día de su vida.
Algunas de las joyas de Jacqueline Kennedy Onassis fueron donadas a fundaciones benéficas y otras subastadas para diferentes fines. Hoy día podemos encontrar diseños de fina fantasía Jackie K en los escaparates de tiendas de alta calidad.
EDITORIAL.
La edición No. 24 de la revista Ritmo Platinum editó un impresionante y hermoso reportaje sobre Jacqueline Kennedy, su trayectoria y vida. Vemos que el mito de la elegancia de Jackie sigue vivo y su clásico estilo es eterno… hasta las joyas de Jacqueline Kennedy Onassis son reflejo de una gran personalidad.
Todas las páginas sociales de la prensa americana e internacional llenaron sus páginas para destacar la fabulosa boda de la señorita Jacqueline Bouvier, hermosa joven nacida de una familia adinerada americana y con una refinada educación quien contrajo nupcias en el 1953 con el candidato a senador señor John F. Kennedy.
Jacqueline deslumbró al mundo con su hermoso vestido de bodas y, desde ese día, dio a conocer a todos que era amante de las perlas pues el día de su boda usó un sencillo collar de perlas de herencia familiar y un brazalete de diamantes que le regaló su novio John Fitzgerald Kennedy, quien en 1960 fue elegido presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.