InicioEntrevistas-Portada-En portada: Juan Tomás Díaz

En portada: Juan Tomás Díaz

Juan Tomás Díaz es un hombre cuyo corazón late al ritmo de su compromiso con la niñez y las causas sociales. Presidente en el país de una de las organizaciones más importantes del mundo dedicada a cuidar de los niños: Save the Children Dominicana. Su norte y visión es bastante clara: asegurar que cada niño y niña tenga las oportunidades necesarias para crecer en un entorno seguro, pleno y lleno de posibilidades. Su trabajo es una extensión de su amor por la humanidad, un reflejo de su deseo de devolverle al mundo algo más grande que él mismo.

RVP 8427

Desde muy joven, mostró interés, empatía y pasión por las causas sociales. Aunque participó en diversas actividades benéficas con anterioridad, fue en 2010, tras el terremoto de Haití, cuando su vida dio un giro. Al canalizar una donación a través de Save the Children, descubrió una organización que no solo compartía sus valores, sino que también le ofrecía un propósito claro. Desde entonces, su vínculo con la organización ha sido profundo y transformador, convirtiéndose en una figura clave para llevar esperanza a miles de niños en el país.

Además de su labor social, Juan Tomás es un hombre de familia, un empresario y un apasionado del deporte. Su disciplina y el apoyo incondicional de sus seres queridos le han permitido encontrar un equilibrio entre sus distintas responsabilidades. Para él, no hay satisfacción mayor que ver a un niño sonreír, sabiendo que su trabajo contribuye a un futuro mejor. Es esa sonrisa la que le impulsa cada día, recordándole que su labor no solo cambia vidas, sino que también da sentido a la suya.

Ritmo: Actualmente dirige en el país una de las organizaciones de protección infantil más importantes del mundo. ¿De dónde nace su pasión por las causas sociales y el bienestar infantil?

Juan Tomás: Fue precisamente con Save the Children Dominicana que encontré la entidad con la que sentí podía canalizar mis inquietudes sociales, y me siento muy orgulloso de representar en nuestro país a una organización con más de 100 años trabajando en el mundo a favor de los niños y niñas. Mi pasión por las causas sociales siempre ha existido, desde muy niño recuerdo tener mucha sensibilidad por nuestro entorno; durante distintos momentos participé esporádicamente en algunas donaciones puntuales, pero no fue hasta el 2010 que realmente encontré el lugar donde quería dedicar mi tiempo y trabajo. En ese momento, la organización estaba dirigida por don Horario Ornes (EPD) y el Consejo lo presidía don Fernando Rainieri (EPD) y el terremoto de Haití acababa de suceder; yo buscaba donar máquinas tronzadoras de la marca STHIL, que representó en el país, para ayudar en las tareas de rescate. Fue ahí cuando, a través de Save the Children Dominicana, realicé esta donación y comencé a conocer más sobre la organización. Mientras más iba empapándome del trabajo de la organización, sus resultados, sus mecanismos de transparencia, su impacto en la infancia y el compromiso histórico por lograr un mundo para todos los niños y niñas, fui involucrándome y comprometiéndome de manera natural porque había encontrado la institución a la que sentía que pertenecía y desde la que podía hacer un aporte sustancial a nuestro país, en lo más noble que puede existir: el desarrollo y bienestar de los niños y niñas. Desde 2011 he dedicado gran parte de mi tiempo a apoyar a la organización desde su Consejo Directivo, y, desde el 2021 como presidente del mismo, he tratado de dar más aún de mí mismo, de mi tiempo, de mis relaciones empresariales y sociales, con el único objetivo de generar alianzas que reviertan de manera directa en nuestra infancia. Nada me llena de más satisfacción que poder invertir en nuestros niños y niñas que son el presente y el futuro de nuestro país y que merecen todas las oportunidades de una vida plena.

R: A parte de ser el presidente de Save the Children, también es un empresario de éxito, deportista, padre de familia y esposo. ¿Cómo ha conseguido balancear tan grandes responsabilidades?

JT: He logrado combinar todas mis pasiones: ser un padre, esposo y abuelo, un deportista activo, avanzar en mi desarrollo empresarial y apoyar a la infancia de nuestro país a través de un hilo conductor; soy una persona de mucha disciplina, entendida esta como uno de los hábitos que más cultivo, que me permite tener metas y objetivos, y dar los pasos para poder lograrlos. Me siento muy afortunado porque tengo una familia maravillosa que me apoya y acompaña en todos los ámbitos de mi vida, tanto laboral, como social y deportiva. 

R: ¿Cuáles son los valores que guían su vida personal y profesional, y cómo se reflejan en su trabajo en Save the Children?

JT: Uno de los motivos que me llevó a ser parte de una organización como Save the Children es que compartimos los mismos valores que rigen mi vida personal y profesional: ambición, colaboración, creatividad, integridad y responsabilidad. Save the Children trabaja con ambición siendo exigente con su trabajo hacia la infancia; promueve la colaboración con aliados para generar alianzas estratégicas que generen cambios e impactos duraderos; fomenta la creatividad para que las nuevas ideas sean parte de la solución a los problemas que enfrentan niños y niñas, colocando en el centro del trabajo la integridad, aspirando al más alto nivel de honradez y a actuar siempre por el interés superior del niño, y todo desde la responsabilidad de rendir cuentas frente a nuestros colaboradores, aliados y, sobre todo, frente a los niños y niñas, porque es por y para ellos que Save the Children existe.

Mi colaboración con la organización ha estado llena de nexos comunes que me han permitido sentirme muy identificado con una organización que se rige por los mismos principios. En el país somos un equipo de 140 personas comprometidas y que, sobre todo, actúa en sus programas y proyectos en las comunidades y provincias, garantizando siempre que estos valores estén presentes en cada una de sus actividades. 

RVP 8419

R: ¿Cuál es su visión a largo plazo para la organización en la República Dominicana y qué estrategias se están implementando para lograrlo?

JT: Nuestra visión a largo plazo es una organización que siga promoviendo y luchando para los derechos de la niñez y para el bienestar de todos. Queremos un estado e instituciones fuertes que protejan a la infancia y que pueda darles las condiciones de desempeñar su potencial. Queremos seguir construyendo esa gran alianza para el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, y que su voz, sus vidas, sus sueños y sus ideas sean consideradas y valoradas. Esa gran alianza debe ser de todos, la población, las instituciones del Estado, el sector privado, los educadores, el sector religioso; todos tenemos una responsabilidad y por eso trabajamos con muchos actores diferentes. Para lograr eso, a veces debemos cuestionar nuestras certidumbres, visiones, y estar abiertos a aprender de las nuevas generaciones. Nuestro trabajo actual se enfoca en crear capacidades en las comunidades, en las instituciones, en el sector privado y en los niños, niñas y adolescentes para lograr esos objetivos. Con nuestros aliados promovemos un trabajo basado en enfoques de derechos y en las evidencias. Creo que uno de los mensajes más importantes que queremos transmitir es que el trabajo con la niñez es un trabajo muy técnico, que conlleva una gran responsabilidad profesional, y con mucho compromiso que nunca debe descansar.

R: La salud es fundamental para el buen desarrollo de los niños y adolescentes. ¿Cuál es el mayor reto que se encuentra en el país a nivel pediátrico y que soluciones se han dado o deben aplicarse para mejorarlo? 

JT: Desde Save the Children, nuestras ambiciones programáticas se centran en que todos los niños y niñas sobrevivan, aprendan y estén protegidos frente a la violencia. Sabemos que son ambiciones que conllevan grandes desafíos, pero en palabras de la fundadora de Save the Children “solo es imposible lo que nos rehusamos a intentar”, y, bajo esta premisa, desarrollamos una programación que, con ambición y perseverancia, pueda lograr los cambios que nuestros niños y niñas merecen. En el marco de la salud somos, desgraciadamente, un país donde la tasa de mortalidad infantil en menores de cinco años está entre las más altas de la región, y en el 80 % de los casos es prevenible. Para contrarrestar esta situación, trabajamos con las comunidades y familias, el sector salud y el liderazgo comunitario en el desarrollo de capacidades de prevención y promoción de la salud bajo una metodología de Manejo de Casos Comunitarios. Formamos promotores y promotoras de salud comunitarios para que, desde el voluntariado, apoyen a las familias con niños y niñas menores de cinco años o mujeres embarazadas en el desarrollo de habilidades para prevenir enfermedades transmisibles, fomentar la lactancia, cumplir el calendario de vacunación, realizarse chequeos, entre otros. Además, apoyamos al sector salud con materiales e insumos. Como ejemplo, en el 2021 rehabilitamos el laboratorio diagnóstico y dotamos de insumos y maquinaria de laboratorio al Hospital Provincial Leopoldo Martínez de Hato Mayor, con una inversión de más de ocho millones de pesos, pero con un impacto en la salud de la población de toda la provincia. 

En cada intervención de salud trabajamos en sinergia con todos los grupos y actores locales, instalando capacidades en comunidades y familias, y aportando al acondicionamiento de las instalaciones, en un esfuerzo por aportar a la mejora de la salud infantil y que nuestra ambición de que todos los niños y niñas sobrevivan, se haga una realidad. 

RVP 8415

R: ¿Cómo colabora Save the Children con las autoridades locales y otras organizaciones para garantizar la protección de los derechos de la niñez?

JT: Nuestra organización entiende el trabajo a favor de la protección de los derechos de la niñez como un esfuerzo de colaboración conjunto, donde cada institución pública, privada o social que tiene presencia en un territorio sea un aliado para la niñez y nosotros un conector entre todos estos actores. Partimos para ello de un enfoque de “ Teoría del Cambio” que prioriza: dedicación para motivar un cambio por los niños y las niñas a través de la innovación, desarrollando nuevas soluciones a los problemas a los que se enfrentan los niños y niñas, siendo la voz por y para ellos, abogando por mejores prácticas y políticas para que se cumplan sus derechos, escuchándoles y promoviendo su participación en los espacios a través de la obtención de resultados a escala, apoyando la implementación efectiva de las mejores prácticas, programas y políticas para los niños y niñas, que a su vez aseguren un impacto sostenible a mayor escala; y la formación de alianzas con otras organizaciones de la sociedad civil, las comunidades, los gobiernos y con el sector privado para compartir conocimientos y para desarrollar la capacidad necesaria para lograr que se respeten los derechos de los niños y las niñas.

Esto se materializa a través de acuerdos de trabajo con líneas definidas, roles y responsabilidades compartidas que hemos suscrito con distintas autoridades como el CONANI, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, Ministerio de Trabajo, Interior y Policía o, recientemente, con la Dirección General de Alianzas Público Privadas y el Fideicomiso Propedernales, con una de las iniciativas más innovadoras como es convertir la protección de la infancia en un eje transversal del desarrollo turístico de Cabo Rojo.

En Save the Children somos un actor social de desarrollo que solo comprende la protección de la infancia con la alianza y unión de todos los actores de nuestra sociedad; es una responsabilidad compartida de la que todos y todas, desde lo individual y lo colectivo debemos ser parte activa. El compromiso no debe ser solo de los gobiernos, sino de cada ciudadano de nuestro país.

R: La educación es algo a la que todos los niños merecen acceso. Háblenos un poco sobre el programa de educación y qué tan exitoso ha sido en las comunidades vulnerables.

JT: El programa de Educación Básica es uno de los programas, para mí, más importantes porque la educación es una herramienta poderosa, es motor del desarrollo de los pueblos y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza y las desigualdades. Sin embargo, en nuestro país el sistema educativo enfrenta graves debilidades estructurales que tienen como consecuencia que nuestros niños y niñas no logren tener un aprendizaje que les permita aspirar a un desarrollo pleno. Desde Save the Children trabajamos, desde 2015, en una intervención centrada en el desarrollo de habilidades lectoras y matemáticas en los grados de educación básica. 

Utilizamos una metodología global que permite trabajar con la escuela, las familias y la comunidad, de tal forma, que todos los entornos donde se desarrollan los niños y niñas tengan apoyo y estimulación para el aprendizaje. Actualmente, el programa se desarrolla en Elías Piña, Bávaro e Higüey; San Pedro de Macorís, Capotillo y Puerto Plata, con apoyo del sector privado. Quiero reconocer a estos aliados que centran su apoyo empresarial en algo tan fundamental y valioso como la educación. Empresas como CAEI, Fundacion Brugal, Fútbol Club Barcelona, Grupo RIU, FONT GAMUNDI y Grupo Ágape (Burger King) son las empresas clave que, con su apoyo, hacen que logremos que un 64% de los niños y niñas de nuestros programas educativos mejoren sus habilidades de lectura en solo un año de intervención. 

Es importante para mí destacar que desde hace siete años realizamos un Torneo Nacional de Polo, cuya recaudación va íntegramente dirigía a apoyar este programa, más de 70 empresas que cada año con sus aportes impactan la vida de cientos de niños y niñas. Este torneo es, además, un ejemplo para mí de cómo he logrado fusionar dos pasiones: el polo y la infancia, un evento social y deportivo que reúne miles de personas cada año por la niñez. 

R: Tiene ya varios años apoyando la infancia y formando parte de Save the Children. ¿Podría compartirnos una historia de éxito que pudiera presenciar con alguna iniciativa de la organización y que lo marcara profundamente?

JT: Dos momentos muy especiales para mí son haber impulsado y logrado que el matrimonio infantil fuese prohibido en el Código Civil, algo que costó varios años y un esfuerzo constante, pero que finalmente se pudo conseguir y que no olvidaré nunca. El otro momento ha sido el trabajo junto al Ministerio de Trabajo para desarrollar un Sello de Empresa Libre de Trabajo Infantil que se encuentra en fase de pilotaje y que cuando sea lanzando oficialmente, marcará un antes y un después en la lucha contra el trabajo infantil. 

Y una historia que me ha marcado a mí y a la organización, es el caso de una niña de 11 años, víctima de explotación sexual, que fue identificada por nuestro equipo e inmediatamente se activó la ruta de protección con las autoridades competentes. Esta niña fue rescatada y llevada a un centro de acogida. Cuando llegó al centro, no tenía ninguna competencia educativa, sufría de depresión y no hacía contacto con nadie a su alrededor. Varios meses después esta misma niña cumplía años y su actitud era risueña, alegre y había comenzado a aprender a leer y escribir. Ella sueña con un futuro, con una profesión y una familia propia. Ver esa sonrisa y saber que se salvó a una niña de un futuro aterrador es uno de los recuerdos que atesoraremos siempre.

R: ¿Puede compartir algún momento especial en el que su familia lo inspiró o motivó a continuar con su misión en Save the Children?

JT: Tuve la suerte de nacer y crecer en una familia comprometida con la lucha a favor de nuestro pueblo, de su libertad y de su desarrollo, ese quizá sea el momento más especial: ser parte de esta historia y haberla continuado adaptada a la época actual, trabajando a favor de la niñez de nuestro país. 

R: ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la sociedad dominicana sobre la importancia de apoyar a los niños y la labor de Save the Children?

JT: Quiero compartir lo que me guía a mí cada día, debemos devolver a la sociedad y a nuestro país lo mejor que tenemos y lo que recibimos, y la mejor inversión y apoyo que podemos hacer es a nuestros niños y niñas. Debemos ponernos en sus zapatos, reconocernos a nosotros mismos cuando éramos niños y niñas y recordar nuestros sueños de infancia y, desde ahí, comprometernos con cada uno de ellos, con sus sueños y con sus oportunidades de presente y futuro, porque merecen lo mejor que, como humanidad, tenemos para darles. Nuestros niños y niñas de hoy son el reflejo de lo que serán nuestros pueblos en el mañana. Acciones a favor de la infancia curan el alma y dan paz. 

El eje central de cada ser humano.

Es amor por los caballos, estrategia y disciplina. 

Cualquier finca con caballos y una playa con olas para surfear.

“El Principito”.

Un poco de todos, depende del momento.

“Toc Toc”.

El corazón de cada uno de nosotros.

Joel Peralta
Joel Peralta
Apasionado de transportar a las personas a nuevos universos a través de mi escritura, pues es la herramienta para conectar, descubrir y contar grandes historias.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
-Publicidad -

WHISPERS

ADERES, MITUR, Banreservas y BCC Innovation presentan Plan Estratégico...

El plan estratégico diseñado por BCC Innovation se acompaña de una experiencia gastronómica representativa de la herencia cultural, singularidades...

MÁS HISTORIAS

- Publicidad -