Con más de tres décadas de carrera artística internacional, Clara Martínez-Thédy presenta su nueva exposición individual Imágenes robadas en la Galería Logis d’azur, en Mandelieu.
Dio sus primeros pasos en el mundo del arte en la República Dominicana, lugar donde residió por muchos años, y en el que aún conserva su casa y familia. Precisamente en el 2019 recibió el Primer Premio en el Salón Bienal de Fotografía y Video que organiza el Centro de la Imagen de Santo Domingo, y que fue exhibido en la Galería Nacional de Bellas Artes. Su trabajo galardonado pertenece a la serie titulada Emociones en la piel, que ha estado desarrollando en el último lustro y que ahora presenta a la consideración del público francés de la región de Provenza, en la Costa Azul del Mediterráneo.

La exploración que hace Clara Martínez-Thédy de esta temática vinculada a la pigmentación de los cuerpos, representa una ruptura con todos los trabajos antes realizados. Es importante señalar que en torno al tatuaje existe una cultura milenaria alrededor del mundo. Todavía se conservan herramientas utilizadas en el antiguo Jerusalén para marcar a los peregrinos.

En esta muestra podemos apreciar, tanto fotografías en blanco y negro como a color, con toda una variedad de diseños de tatuajes, muchos ejecutados con plantillas y otros a mano alzada, para lo cual se necesita una mayor destreza y precisión para impregnar los pigmentos. Desarrolla este trabajo desde el punto de vista artístico, jugando con distintos elementos compositivos en sus atrevidos encuadres, en los que nos muestra todo tipo de cuerpos receptores de los tatuajes. Estas composiciones fragmentadas, en ocasiones con enfoques de medio campo, contienen historias de vida y anécdotas a través de las imágenes tatuadas en estos seres humanos, como una especie de marca de nacimiento, que no quisiéramos nunca olvidar.

Estas imágenes ilustran el renovado, diverso y estimulante panorama actual de patrones dibujados y grabados en la piel, muchos de los cuales convierten al cuerpo en un una especie de lienzo humano, receptor de verdaderas obras de arte sobre la piel.