La moda es un reflejo de lo que somos, de lo que sentimos y de los lazos que nos unen. Para Suzelle, diseñadora dominicana cuya visión ha trascendido fronteras, cada prenda es más que una pieza de alta costura: es una historia, una emoción hecha tela. Su talento ha vestido a mujeres icónicas en momentos inolvidables, desde la reciente ganadora de Miss Universo hasta la radiante Zuri Hall en los Golden Globes. Pero más allá del brillo de los reflectores, su verdadera pasión radica en conectar con el amor y la amistad que dan sentido a estos instantes.
Para ella, la clave de un diseño excepcional está en la conexión con cada clienta. No se trata solo de crear un vestido hermoso, sino de capturar la esencia de quien lo llevará. Conocer su historia, escuchar sus sueños y comprender las emociones detrás del evento son pasos fundamentales en su proceso creativo. Cada textura, cada silueta y cada color se eligen con el propósito de contar una historia y hacer que la persona que lo lleve se sienta completamente identificada con la pieza.
El amor y la amistad, temas centrales de esta edición, están profundamente ligados a la moda. Más allá de las bodas, la manera en que nos vestimos comunica cómo nos sentimos, lo que valoramos y la energía que proyectamos al mundo. Un vestido de gala puede expresar confianza y poder, mientras que una prenda cuidadosamente seleccionada para una reunión entre amigos puede transmitir calidez y cercanía. La moda es, en esencia, un lenguaje sin palabras que une a las personas a través de la emoción y la belleza.
Suzelle ha logrado que su marca sea un puente entre la elegancia local y la estética global. Su reto diario es equilibrar la esencia de la República Dominicana con las tendencias internacionales, reinterpretando elementos de su cultura para que resuenen en escenarios tan diversos como una alfombra roja en Hollywood o una boda en París. Este respeto por la identidad de cada mujer y su capacidad de adaptación la han convertido en una diseñadora de referencia en el mundo de los eventos.
El amor, en todas sus formas, es el motor de su trabajo. Para Suzelle, diseñar no es solo crear belleza, sino transmitir emoción. La pasión que pone en cada puntada, la dedicación a cada detalle y la sensibilidad con la que trabaja son prueba de que la moda puede ser un testimonio de amor: el que sentimos por nosotros mismos, por nuestros seres queridos y por los momentos que nos marcan para siempre.
El amor como hilo conductor de la moda
El amor es más que un sentimiento; es un lenguaje que se expresa de múltiples formas, y la moda es una de las más poderosas. A través de la vestimenta, transmitimos emociones, recuerdos y conexiones que trascienden el tiempo. Suzelle lo entiende a la perfección: cada diseño que crea encapsula no solo la elegancia, sino también la esencia de quien lo lleva. La moda es un reflejo del amor propio, de la complicidad de la amistad y de los momentos que nos definen. Porque al final, vestir bien no es solo una cuestión de estilo, sino de emoción.
Maria Amelia Cerón Victoria
